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Logotipo de la Fundación Balia extraída de su página web.
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La semana pasada recibimos la visita de Clara, educadora social, en la Fundación Balia. Vino a impartir una charla educativa sobre la excelente labor que realiza la fundación con menores en la etapa de infantil y primeros años de primaria.
Organizo esta charla educativa porque me ayuda a trabajar contenidos de dos de los módulos que imparto en el segundo curso del ciclo de Educación Infantil: “Desarrollo socioafectivo” e “Intervención con familias y atención a menores en riesgo social”.
En concreto, Clara nos habló de la experiencia educativa que llevan a cabo por las tardes en un colegio próximo con menores de 1º y 2º de primaria.
El objetivo fundamental es invertir en educación fuera del horario escolar para conseguir la cohesión social. La clave fundamental del programa que llevan a cabo es la educación en valores, es decir, que la educación no sólo se enfoca a la lucha contra la pobreza, sino que lo que persigue es que cada persona alcance su desarrollo pleno a partir de:
· Estilos de vida saludables.
· Respeto de los derechos humanos.
· Igualdad de género.
· Cultura de la paz y la no violencia.
· Valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura.
Dentro de la educación no formal, Balia tiene un modelo educativo propio cuyos proyectos pedagógicos pretenden:
A) Prevenir situaciones de abandono y aislamiento.
B) Desarrollar la inteligencia emocional
C) Combatir el fracaso escolar.
D) Potenciar la educación en valores
E) Facilitar la inclusión social a familias con escasos recursos económicos y con largas jornadas de trabajo.
Toda la charla fue valiosa e instructiva, pero me gustaría resaltar dos cosas. En primer lugar, la importancia que conceden a la resolución de conflictos (me parece un tema fundamental). En segundo lugar, me encantó confirmar que el gusto estético es independiente del nivel económico o cultural de la persona. Es algo inherente al ser humano. Nos contó sobre una visita al Museo Thyssen. Estaba planificada para una hora y en la planta baja, donde se encuentra la pintura del siglo XX. Tuvo tanto éxito que ante la demanda de ver más pintura completaron la estancia visitando la planta primera y segunda y se quedaron tres horas en el museo.