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| Actividad musical en familia- Isabel Madruga |
Ayer estuve viendo “Teranga. El legado de los griots del Senegal”
del grupo Djilandiang. El
espectáculo forma parte de la serie “Música
en familia” del Caixa Forum de Madrid. Aunque es una actividad recomendada
para niños a partir de cinco años podría resultar igualmente atractiva para niños
de 3 o 4 años. La única dificultad que encuentro es que se cansarían antes y
les costaría mantener la atención durante todo el tiempo.
El espectáculo es un
recorrido de ritmo, color, movimiento y palabras por la cultura senegalesa que resulta
muy atractivo para un público infantil por:
·
El ritmo de los diferentes tambores que
incita al movimiento de tu cuerpo.
·
Las canciones acompañadas de una
gestualidad desbordante y atrayente.
·
El variado colorido de la ropa que resulta
muy sugerente sobre el movimiento frenético de los cuerpos.
·
La magia de las máscaras utilizadas.
Entre ellas las que me encantaron fueron: La Samayo, nos saca la mala energía fuera del cuerpo y nos hace reír
persiguiéndonos y asustándonos juguetonamente con su brazo. La Bandiama, ideal para pedir que llueva. La Kumpo, máscara misteriosa que es útil para dar buena
suerte y para ayudar a conseguir cosas que pueden ser difíciles de alcanzar.
De la traducción de las
canciones las frases que me hicieron pensar fueron:
a)
“La persona es el remedio para la
persona”
b)
“La palabra es la historia de los
muertos”
c)
“Un viejo sentado ve mucho más que un
joven de pie”.
Es una actividad ideal
para que disfrute todo tipo de público y
muy apropiada para que se disfrute en familia. Asimismo, me parece una
actividad adecuada para los alumnos del ciclo de Educación Infantil. Se puede utilizar
para trabajar la psicomotricidad (dirigida) en el grupo de 2-3 años.
Concretamente la danza de la lluvia con el movimiento de brazos y manos hacia
arriba y hacia abajo se puede adaptar perfectamente para este grupo de edad.
También es útil en el módulo de Intervención
con familias como ejemplo de una actividad de ocio activo donde distintos aspectos de la parentalidad positiva
son estimulados.
El final fue apoteósico
con todo el público, niños y adultos, de pie, bailando y ejecutando los
diferentes movimientos que nos indicaban desde el escenario. ¡Genial y muy
divertido!
