El mito del genio
creativo con rasgos psicopatológicos o temperamento difícil existió hasta bien
entrado el siglo XX. En la actualidad ya se sabe que la creatividad no está
limitada a un reducido grupo de individuos que posea esa cualidad o que se
dedique a profesiones creativas.
La creatividad es una función cognitiva superior que nos permite ver
los problemas desde nuevas perspectivas y usar el pensamiento para realizar nuevas producciones y soluciones de
carácter original y sutil. A veces se confunde la creatividad con el pensamiento divergente y son conceptos
diferentes aunque están íntimamente relacionados.
El pensamiento divergente es un tipo de pensamiento. Es, por tanto,
una función cognitiva superior mediante la cual ordenamos y coordinamos
mentalmente información (del tipo que sea: conceptos, imágenes, palabras, símbolos)
para solucionar problemas, razonar o crear. A diferencia del pensamiento lógico
en el convergente existen diversas
soluciones y hay que elegir la que mejor convenga.
No defiendo la desaparición
del pensamiento lógico o convergente sino una mayor flexibilidad mental. El pensamiento
lógico deja de ser útil cuando se trata de buscar soluciones a problemas nuevos
que necesitan nuevas ideas.
La buena noticia es que
cualquiera puede aprender el pensamiento
divergente. Únicamente se requiere un cambio de actitud mental y un enfoque
abierto a la solución de problemas.
Para explicar todo esto
me gusta mucho utilizar este vídeo que explica cómo desde pequeños podemos
entrenarnos en el pensamiento divergente y el resultado será una mayor
creatividad.
Para finalizar,
¿podrías identificar en el vídeo la creatividad
y el pensamiento divergente? ¿Qué actividad se te ocurre para niños de 2-3 años?
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