Hace unos días Emma, una antigua alumna, pasó junto con otras compañeras del grado de Magisterio a darnos una charla sobre la exclusión social en la infancia. La charla formaba parte de un trabajo que tenían que presentar en la Universidad.
En mi opinión lo más interesante fue la experiencia personal de voluntariado que han llevado a cabo con la Fundación Balia, organización que trabaja con menores en riesgo de exclusión y excluidos.
Mis objetivos al aceptar que vinieran (aparte de la satisfacción de comprobar cómo progresan tus alumnas) eran entre otros: descubrir la interrelación entre los módulos de "Desarrollo Socioafectivo" y de "Intervención con familias y atención a menores en riesgo social" y en segundo lugar, profundizar en el trabajo que llevan a cabo las organizaciones no gubernamentales que trabajan en favor de la infancia y de las familias en riesgo de exclusión.
En el folleto que nos repartieron y que forma parte de su trabajo se podían leer entre otras las siguientes frases:
a)Si enseñamos a no excluir no necesitaremos hablar de inclusión.
b) ¿La vida es encajar o ser seleccionado?
c) Di no a la exclusión.
d) Levanta la mirada hacia lo invisible
Nos enteramos que los objetivos de esta fundación que trabaja con menores de 3 a 12 años en riesgo social son:
- Combatir el fracaso escolar.
- Promover la educación emocional y el desarrollo del talento.
- Potenciar la educación en valores.
Fotografía Laura Bezanilla |
Fotografía Laura Bezanilla |
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